martes, 8 de noviembre de 2011

cámara fotografíca


Toda cámara, desde el modelo de bolsillo más simplificado hasta la más complicada reflex de un solo objetivo, es básicamente una cámara hermética a la luz con un trozo de película en el fondo y un agujero enfrente para permitir la entrada de la luz.
La luz es enfocada hasta la película por un objetivo, formando una imagen de lo que está delante de la cámara. La cantidad de luz que entra en la cámara está controlada por el tamaño del agujero y la duración del tiempo en que permanece abierto. Arriba de la cámara hay n aparato visor que permite seleccionar el área que ha de incluirse en la fotografía. Todo lo que se añada a esta cámara básica la hará más versátil, pero no es esencial.
A pesar de los modernos avances técnicos de las cámaras réflex de hoy en día, el proceso básico por el cual un negativo se impresiona formando una copia de la realidad sigue siendo el mismo que en las primeras cámaras. 
En esencia, la cámara es un cajón oscuro con un agujero por el que entra la luz reflejada por el objeto que fotografiamos para plasmarse sobre un negativo produciendo un proceso químico casi instantáneo. Los haluros de plata del negativo reaccionan a la luz formando diminutos puntitos. Las zonas que reciben más luz aparecen más oscuras pues se ha formado un mayor número de cristales, mientras que las más blancas son las menos impresionadas. 

Este proceso da como resultado una imagen negativa, es decir, con los colores invertidos. Debe ser positivada mediante el revelado para obtener la copia final con los colores originales. 

Las cámaras tienen tres mecanismos de control básicos para regular este proceso y obtener una foto nítida y correctamente expuesta

1.- El anillo de enfoque: Está situado en el objetivo. Al girarlo modificamos la distancia entre la lente y el plano de la película. De esta forma logramos poner a foco el objeto fotografiado, que de otra manera podría salir desenfocado al formarse su imagen en un plano anterior o posterior al de la película. 

2.- El diafragma: Es el agujero por el cual entra la luz. En las cámaras réflex es un anillo formado por unas laminillas metálicas que permiten variar el diámetro de la abertura y regular de esta manera la cantidad de luz que entra. Se maneja girando otro anillo situado en el objetivo. 
3.- El obturador: Cuando pulsamos el botón de disparo estamos accionando el obturador. Suelen ser dos cortinillas situadas delante del negativo que se abren y se cierran durante unas fracciones de segundo. El obturador controla el tiempo durante el cual se impresionará la película.

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